La chía (Salvia hispanica) es una planta herbácea de la familia de las lamiáceas; junto con el lino (Linum usitatissimum), es una de las especies vegetales con la mayor concentración de ácido graso alfa-linolénico omega 3 conocidas hasta 2006.[cita requerida] Se cultiva por ello para aprovechar sus semillas, que se utilizan molidas como alimento.
Antes de la conquista de América, la chía era un alimento básico para las civilizaciones de América Central y México; su cultivo era probablemente el tercero en importancia económica, superado sólo por el maíz y el frijol .
El Codex Florentinus que transcribe la Historia general de las cosas de Nueva España de fray Bernardino de Sahagún detalla la importancia que tenía la chía en la economía precolombina; describe en detalle los aspectos de la producción, comercialización y usos de la chía.
Desplazada por los cereales aportados por los españoles, el cultivo de chía desapareció durante las colonias; sobrevivió sólo en áreas montañosas aisladas de México - donde se cultiva comercialmente desde hace siglos y hasta la fecha - y Guatemala.
Un proyecto comercial desarrollado conjuntamente por varios países de América Latina comenzó en la década de 1990 a replantar experimentalmente la chía en el norte de Argentina, para proporcionar a los agricultores cultivos alternativos, con resultados excelentes.
La Chia es muy conocida por su valor nutricional. Los antiguos Aztecas y Mayas la descubrieron por primera vez. En particular la usaban porque como sus mensajeros, corrían largas distancias y únicamente obtenían la energía comiendo las semillas de chía. De hecho, la palabra “chia” significa "fuerza" en el idioma Maya. Las semillas de chía se valoraron de tal manera que los tributos y los impuestos que pagaban a la nobleza azteca y el clero eran pagados muchas veces con las semillas de chía.
Por siglos, esta diminuta semilla fue usada como alimentos principal por grupos indígenas al suroeste de Estados Unidos y México. Conocida como el alimento de caminatas, su uso como un alimento de resistencia y alta energía ha sido registrado desde los tiempos remotos de los antiguos Aztecas. Se ha mencionado que los guerreros Aztecas subsistían con la semilla de Chia durante sus conquistas.
Los indígenas que caminaban desde el Río Colorado hasta las costas de California para intercambiar turquesas por conchas marinas sólo llevaban chia para su nutrición,
Si Usted trata de mezclar una cuchara llena de Chia dentro de un vaso de agua y lo deja durante aprox. 30 minutos o más, cuando Usted regrese el vaso parecerá que no contiene semillas o agua, sino una gelatina casi sólida.
Esta reacción que genera el gel se debe a la fibra soluble presente en el Chia. El gel que se forma en el estómago crea una barrera física entre los carbohidratos y las enzimas digestivas que los disuelven, de manera tal que disminuye la conversión de carbohidratos en azúcar.
En adición a los obvios beneficios para los diabéticos, esta demora en la conversión de los carbohidratos en azúcar genera la habilidad de crear resistencias.
Los carbohidratos son la gasolina de la energía en nuestros cuerpos.
El prolongamiento de su conversión a azúcar estabiliza los cambios metabólicos, disminuye los cambios de altos y bajos, creando así una mayor duración en sus efectos de generación de energía.
Una de las cualidades excepcionales de la semilla de Chia son sus propiedades hidrofílicas, teniendo la habilidad de abosrober más de 12 veces su peso en agua. Dicha habilidad de mantenerse en el agua ofrece la posibilidad de prolongar la hidratación.
Los fluídos y electrolitos proveen el entorno que dá vida a las células del cuerpo humano. Su concentración composición son reguladas para permanecer lo mas constante posible.
Con semillas de Chia, Usted retiene la humedad, regulando de manera más eficiente la absorción corporal de nutrientes y fluidos corporales. Debido a que hay una gran eficiencia en la utilización de los fluidos corporales, el balance electrolítico se mantiene.
Las semillas de Chia son el coloide hidrofílico definitivo de las dietas del Siglo 21. Los coloides hidrofílicos, (una sustancia aguada, gelatinosa, similar a una cola de adherir) forman los elementos que sirven de base para todas las células vivientes.
Ellos poseen la propiedad de ocupar y despedir rápidamente las sustancias esenciales a la vida de las células. La precipitación de coloides hidrofílicos causa la muerte por cáncer de células. La semilla de Chia es un constructor de músculos y tejidos y un energizante de duración con extensivas propiedades de hidratación.
Como fuente de proteínas, el Chia, luego de su ingestión, se digiere y absorbe muy fácilmente. Esto resulta en un rápido transporte a los tejidos y utilización por parte de las células. Esta eficiente asimilación, hace al Chia muy efectivo cuando un rápido desarrollo de los tejidos tiene lugar, primariamente durante los períodos de crecimiento en niños y adolescentes. También para el crecimiento y regeneración de los tejidos durante el embarazo y lactancia, además de incluir la regeneración de los tejidos musculares en procesos de reacondicionamiento, para atletas, levantadores de pesas, etc.
Es un producto sustentable y ecológico, por el alto contenido en aceites esenciales (Omega 3 y Omega 6) de sus hojas, actúan como una extremada y potente repelente de insectos, evitando la necesidad de usar químicos para proteger los cultivos.
Antes de la conquista de América, la chía era un alimento básico para las civilizaciones de América Central y México; su cultivo era probablemente el tercero en importancia económica, superado sólo por el maíz y el frijol .
El Codex Florentinus que transcribe la Historia general de las cosas de Nueva España de fray Bernardino de Sahagún detalla la importancia que tenía la chía en la economía precolombina; describe en detalle los aspectos de la producción, comercialización y usos de la chía.
Desplazada por los cereales aportados por los españoles, el cultivo de chía desapareció durante las colonias; sobrevivió sólo en áreas montañosas aisladas de México - donde se cultiva comercialmente desde hace siglos y hasta la fecha - y Guatemala.
Un proyecto comercial desarrollado conjuntamente por varios países de América Latina comenzó en la década de 1990 a replantar experimentalmente la chía en el norte de Argentina, para proporcionar a los agricultores cultivos alternativos, con resultados excelentes.
La Chia es muy conocida por su valor nutricional. Los antiguos Aztecas y Mayas la descubrieron por primera vez. En particular la usaban porque como sus mensajeros, corrían largas distancias y únicamente obtenían la energía comiendo las semillas de chía. De hecho, la palabra “chia” significa "fuerza" en el idioma Maya. Las semillas de chía se valoraron de tal manera que los tributos y los impuestos que pagaban a la nobleza azteca y el clero eran pagados muchas veces con las semillas de chía.
Por siglos, esta diminuta semilla fue usada como alimentos principal por grupos indígenas al suroeste de Estados Unidos y México. Conocida como el alimento de caminatas, su uso como un alimento de resistencia y alta energía ha sido registrado desde los tiempos remotos de los antiguos Aztecas. Se ha mencionado que los guerreros Aztecas subsistían con la semilla de Chia durante sus conquistas.
Los indígenas que caminaban desde el Río Colorado hasta las costas de California para intercambiar turquesas por conchas marinas sólo llevaban chia para su nutrición,
Si Usted trata de mezclar una cuchara llena de Chia dentro de un vaso de agua y lo deja durante aprox. 30 minutos o más, cuando Usted regrese el vaso parecerá que no contiene semillas o agua, sino una gelatina casi sólida.
Esta reacción que genera el gel se debe a la fibra soluble presente en el Chia. El gel que se forma en el estómago crea una barrera física entre los carbohidratos y las enzimas digestivas que los disuelven, de manera tal que disminuye la conversión de carbohidratos en azúcar.
En adición a los obvios beneficios para los diabéticos, esta demora en la conversión de los carbohidratos en azúcar genera la habilidad de crear resistencias.
Los carbohidratos son la gasolina de la energía en nuestros cuerpos.
El prolongamiento de su conversión a azúcar estabiliza los cambios metabólicos, disminuye los cambios de altos y bajos, creando así una mayor duración en sus efectos de generación de energía.
Una de las cualidades excepcionales de la semilla de Chia son sus propiedades hidrofílicas, teniendo la habilidad de abosrober más de 12 veces su peso en agua. Dicha habilidad de mantenerse en el agua ofrece la posibilidad de prolongar la hidratación.
Los fluídos y electrolitos proveen el entorno que dá vida a las células del cuerpo humano. Su concentración composición son reguladas para permanecer lo mas constante posible.
Con semillas de Chia, Usted retiene la humedad, regulando de manera más eficiente la absorción corporal de nutrientes y fluidos corporales. Debido a que hay una gran eficiencia en la utilización de los fluidos corporales, el balance electrolítico se mantiene.
Las semillas de Chia son el coloide hidrofílico definitivo de las dietas del Siglo 21. Los coloides hidrofílicos, (una sustancia aguada, gelatinosa, similar a una cola de adherir) forman los elementos que sirven de base para todas las células vivientes.
Ellos poseen la propiedad de ocupar y despedir rápidamente las sustancias esenciales a la vida de las células. La precipitación de coloides hidrofílicos causa la muerte por cáncer de células. La semilla de Chia es un constructor de músculos y tejidos y un energizante de duración con extensivas propiedades de hidratación.
Como fuente de proteínas, el Chia, luego de su ingestión, se digiere y absorbe muy fácilmente. Esto resulta en un rápido transporte a los tejidos y utilización por parte de las células. Esta eficiente asimilación, hace al Chia muy efectivo cuando un rápido desarrollo de los tejidos tiene lugar, primariamente durante los períodos de crecimiento en niños y adolescentes. También para el crecimiento y regeneración de los tejidos durante el embarazo y lactancia, además de incluir la regeneración de los tejidos musculares en procesos de reacondicionamiento, para atletas, levantadores de pesas, etc.
Es un producto sustentable y ecológico, por el alto contenido en aceites esenciales (Omega 3 y Omega 6) de sus hojas, actúan como una extremada y potente repelente de insectos, evitando la necesidad de usar químicos para proteger los cultivos.
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